Tradicionalmente el pescado fue descripto como un “alimento para el cerebro”, afirmación que luego, durante muchos años, fue despreciada como una “antigua historia de viejas”. Sin embargo, recientes
investigaciones sobre la relación entre el consumo de pescado y la función cerebral sugieren que esta “historia de viejas” puede contener bastante verdad.
Se sabe que una gran parte del cerebro está constituida de ácidos grasos Omega 3, lo que los hace vitales para una función cerebral saludable. En efecto, el 60% de las grasas en el cerebro son ácidos grasos Omega 3, siendo el principal el DHA, un tipo de Omega 3 que se halla en el pescado. Estos ácidos grasos son esenciales para el de-sarrollo normal del cerebro, tanto en el embarazo como en la primera infancia. Alrededor del 75% de las células cerebrales están en su lugar antes del nacimiento y el otro 25% se desarrolla durante el primer año, haciendo de los Omega 3 un nutriente esencial tanto para las mujeres embarazadas como para los bebés. Estos ácidos grasos son tan importantes para el desarrollo temprano del cerebro que hoy son adicionados en forma automática a las fórmulas infantiles y se recomienda a las embarazadas que coman dos porciones de pescado cada semana, incluyendo al menos un pescado graso.
Consumir pescado durante la gestación puede tener beneficios que van más allá del desarrollo cerebral. Algunas investigaciones han encontrado que los niños de madres que consumieron pescado durante su gestación tienen mejor comportamiento social y verbal a la edad de ocho años, en comparación con niños de madres que nunca comieron pescado. Estos resultados han reforzado las actuales recomendaciones sobre el consumo regular de esta carne. Pero los beneficios también pueden extenderse más allá de los primeros años, los investigadores han encontrado que muchas enfermedades del cerebro pueden ser prevenidas o incluso tratadas con una buena ingesta de grasas Omega 3, incluyendo problemas como demencia, enfermedad de Alzheimer y depresión, así como dislexia y ADHD (déficit de atención con hiperactividad) en niños.
