Ana Quirós Lara, de Eco Global

 

?En que institución se desenvuelve usted?
Me desenvuelvo en una empresa que ayudé a fundar en Costa Rica en 1994: Ecoglobal Asesores para el Desarrollo Sostenible. Se trata de una empresa netamente nacional pero con alianzas estratégicas tanto a nivel nacional como internacional, muy particularmente en la región. De hecho, desde 2005 también colaboro muy directamente con la Asociación Latinoamericana para el Ciclo de Vida, organizadora de las conferencias internacionales que sobre este tema se han dado en la región. La primera en fue en San José de Costa Rica, la segunda se llevó a cabo en Sao Pablo, Brasil, y la tercera tuvo lugar este a?o en México. Justamente en México sacamos una declaración que se piensa llevar a la cumbre Río + 20 sobre cómo los gobiernos y las instituciones podrían aprovechar este instrumento de evaluación para tomar mejores decisiones en el tema ambiental y en el desarrollo sostenible en general. La próxima conferencia está prevista en Mendoza, Argentina, para el a?o 2013. Para el 2015 está previsto hacerla en Perú y para 2017 podría ser en Uruguay.

 

?Las herramientas de análisis de ciclo de vida están dirigidas al Estado o a empresas privadas para desarrollo de estándares no obligatorios?
Pueden ser aplicadas tanto por el sector público como por el privado. En el mundo vienen aplicándose desde hace más de cuatro décadas sobre todo en el sector privado, pero en los últimos diez a?os hemos visto un gran interés por parte de los gobiernos para entender el uso de esta herramienta. Y esto sucede precisamente porque el sector privado está empezando a presentar en forma explosiva manifestaciones sobre las bondades ambientales que sus productos, tengan o no estas evaluaciones. Los estándares voluntarios indican que esas manifestaciones deberían estar siempre apoyadas en un enfoque científico, como el que ofrece la avaluación de ciclo de vida. Entonces los gobiernos también han volcado sus ojos en la aplicación de este instrumento, con interés en proteger al consumidor, de entender qué están diciendo las empresas privadas y asegurarse que haya un sustento científico.

 

?Propician ustedes un etiquetado donde figure como componente el ciclo de vida?
Las normas ISO consideran algunas guías para los etiquetados ecológicos o las etiquetas ambientales de productos. Una de las categorías -la tercera para estos etiquetados- requiere que haya un respaldo de evaluación de ciclo de vida, son las Declaraciones Ambientales de Productos (DAPs). Esa es la orientación que nosotros propiciamos y promovemos. Y cuando digo nosotros me refiero tanto a Ecoglobal como a ALCALA y a la Iniciativa Internacional de Ciclo de Vida de Naciones Unidas. Esta iniciativa ha buscado acoger todo lo que la academia y la empresa privada han venido desarrollando en estas décadas para poderlo llevarlo a todas las regiones del mundo, de manera que su aplicación no quede como hasta ahora centralizada en Europa, EE.UU. o Canadá, ya que no ha permeado con la misma intensidad en América Latina, en Asia y en África.

 

?No hay peligro de que el etiquetado se vuelva una barrera paraarancelaria?
Eso se ha analizado en muchos de los foros internacionales, tanto a nivel de las autoridades nacionales de comercio como de ambiente, y en la OMC. La ISO dice que sus estándares voluntarios están precisamente para evitar barreras paraarancelarias o cualquier tipo de barreras al comercio. No obstante, hemos visto una posición –principalmente por parte de los gobiernos de países en vías de desarrollo- que considera que el análisis de ciclo de vida es complejo y que puede estar orientado a preferenciar algunos productos sobre otros en función de premisas, de información y de intereses particulares. Por tanto, han estado un poco fríos para aceptar este instrumento. 

Creo que el mejor enfoque es entender cómo fundamentan sus manifestaciones las grandes empresas trasnacionales y las peque?as comunidades que hacen manifestaciones sobre producción orgánica, de productos más amigables con el ambiente, etc. En la medida que esas manifestaciones puedan tener un fundamento científico como el que ofrece esta herramienta, va a estar mejor protegido el consumidor y va a mejorar la comunicación entre el Gobierno y las empresas. Creo que hay que recibir este instrumento como un mecanismo que facilita el comercio en lugar de entorpecerlo.

 

?Existe en América Latina la suficiente cantidad de profesionales capacitados para llevar adelante estos análisis?
Si comparamos con otras disciplinas, podríamos decir que hay muy pocos. El concepto es muy fácil de entender y es muy “vendible” porque tiene detrás una lógica muy atinada, pero es complejo llevarlo a la práctica. Sin embargo, estamos llegando a un punto muy interesante, porque ya se han hecho muchos estudios, muchas evaluaciones, y ha habido una curva de aprendizaje muy intensa. Es un buen momento tanto para aprender de las lecciones que se han dado en el mundo como para aportar. 

La aplicación del instrumento es rápida, no es necesario un experto en ciclo de vida. Al contrario, se requiere que alguien que esté versado en la aplicación de los instrumentos pueda orientar a profesionales de otras disciplinas en el sector específico que interesa, por ejemplo para hacer una declaración ambiental de producto. En América Latina hay profesionales muy bien formados en diferentes especialidades, la estrategia correcta sería que entiendan cómo se lleva a cabo un análisis de ciclo de vida y que se apoyen en los expertos que hay en la región y que han desarrollado la capacidad de aplicar el instrumento. Y, por supuesto, buscar la manera de multiplicarlo en las universidades. 

 

?Cómo los interesados pueden ponerse en contacto con su organización?
Nuestra página es www.ecoglobala.com . Estaremos encantados de compartir nuestra experiencia y de ayudar a los interesados directamente desde nuestra base en Costa Rica y a través de nuestras alianzas internacionales con el American Center for Life Cycle Assessment (ACLCA), con la iniciativa internacional sobre LCA de las Naciones Unidas, y con la red iberoamericana que está funcionando no como una organización de derecho pero sí de hecho en la región.

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