30/05/2013
?La innovación abierta se va a utilizar cada vez más?

Luis Fernández

En la edición 2013 de Enfocando, llevada a cabo el 30 de mayo en Espacio Pilar, el reconocido experto Luis Fernández, Vicepresidente de Aplicaciones Globales de Tate & Lyle, presentó su conferencia ?La innovación abierta en la creación de alimentos reducidos en sodio?, donde explicó la política de innovación abierta que ha adoptado su empresa. En una amable charla con La Alimentación Latinoamericana, dio detalles de esta orientación y de sus ventajas. ?En una relación de innovación abierta hay que confiar uno en el otro y seguir el principio de ganar-ganar. En definitiva, el que más gana es el consumidor?, afirmó.

Luis Fernández

 ?Qué se entiende por innovación abierta?

La innovación abierta se utiliza cada vez más en el mundo. Se podría definir como “abrir la puerta de la investigación de nuestra compa?ía para acercarse a otra y compartir un valor que la otra compa?ía tiene y que uno no posee”. Si uno compra esa compa?ía deja de ser innovación abierta y pasa a ser un proceso de merger and acquisition. La innovación abierta va a aumentar más y más en el mundo porque se comparte el riesgo. Los procesos de investigación se acortan y se producen más rápidamente los lanzamientos al mercado. 
 
 
?Qué importancia tiene en la industria de alimentos?
Es la forma de avanzar más rápido en soluciones innovadoras para el consumidor. Permite encontrar socios en cualquier parte del mundo, de diferente naturaleza (instituciones de investigación, universidades, peque?as empresas) y a largo, mediano o corto término. A veces la innovación abierta empieza en el comienzo del “Innovation Panel” o puede estar en el momento en que el socio ya tiene un ingrediente prácticamente listo. La innovación abierta puede entrar en cualquier parte del“pipeline innovation”, lo importante es elegir un buen socio, con el cual nos entendamos muy bien. A veces hay un choque cultural entre los socios, aunque la tecnología funcione muy bien. Hay que entenderse, confiar uno en el otro y respetar la posición de “win-win”, ya que los dos tienen que ganar. Y finalmente el que más va a ganar es el cliente y el consumidor. 
 
 
?Tate & Lyle tiene implementada esta política de innovación abierta?
Totalmente. Y esto se demuestra con nuestros productos SODA-LOTM y PUREFRUITTM, que son dos tecnologías que se lanzaron el a?o pasado a partir de esta política. Tenemos todo un portafolio de “Open Innovation” y con el CEO de la empresa nos reunimos para analizar cuáles de esas ideas son adecuadas para continuar. Hay algunas que se descartan porque, como en todo proceso de innovación, hacen falta diez ideas para que una se transforme en un proyecto. En Tate & Lyle hay un equipo completo de profesionales dedicado exclusivamente a la innovación abierta. Hay dos personas que viajan por todo el mundo, investigando y estableciendo relaciones. Además formamos parte del “Open Innovation Forum” de la Universidad de Cambridge que reúne a empresas que piensan a la innovación abierta como una estrategia de crecimiento. Entre otras, participan Cargill, Unilever, General Mills, etc. Es un ámbito para trabajar, confiar y hablar abiertamente sobre lo qué se está buscando, una forma de saber entender las oportunidades de valor, respetando el espacio de propiedad intelectual de cada uno. 
 
 
?Es posible esta política entre grandes empresas competidoras entre sí?
Se puede dar. No está descartado que dos empresas que compiten encuentren un espacio común donde la innovación abierta pueda brindar un resultado “win win”. E incluso se puede dar también cuando hay una gran asimetría en cuanto a tama?o. En Tate & Lyle tenemos el caso de un investigador alemán que patentó una idea y nos la presentó; ni siquiera es una empresa, es una persona. Cuando uno trata con respeto la propiedad intelectual y cuando hay confianza mutua se puede avanzar. 
 
 
?Tate & Lyle de Argentina también implementa esta orientación?
En la Argentina tenemos las oficinas y un centro de servicio técnico, con un laboratorio y especialistas dedicados a servir a los clientes. Ellos –como todos en Tate & Lyle- también están buscando y están atentos a cualquier oportunidad que pueda ser de interés para la compa?ía. La Argentina tiene muy buenas universidades, con investigadores que tienen ideas propias y originales, que no se encuentran en otras partes del mundo. Nuestra página web está abierta a todos, para que cualquiera que tenga una idea la pueda incluir en el área de “Open Innovation”. 
 
 
Soda Lo es un ejemplo del trabajo en innovación abierta…
Para Tate & Lyle SODA-LOTM es una oportunidad para satisfacer necesidades de los consumidores en materia de reducción de sodio en la dieta. Nuestros clientes están buscando soluciones innovadoras, con “clean label”, que no impliquen una solución química. Este ingrediente se declara en el rótulo como sal, porque es sal. A través de un polímero natural –goma acacia- y una tecnología de secado spray se constituye una microesfera hueca de sal que permite disminuir en un 25 a 50% la cantidad de sal en los alimentos. Fue un gran desafío para nuestra empresa, porque nunca se desenvolvió en el sector de “savory”: somos una compa?ía más asociada a la textura y al sabor dulce que a la parte salada. Estamos cambiando nuestra forma de pensar y aplicando muchos de nuestros conocimientos sensoriales en el estudio del sabor salado. 
 
 
Este producto está dirigido a dos grandes tendencias del consumidor, la indulgencia y el cuidado de la salud…
Así es. Hablando de indulgencia, lo notable es que cuando las empresas presentan el mensaje de que se bajó el contenido de sal en un alimento, muchos clientes lo rechazan porque suponen que no va a ser sabroso. En el caso de SODA-LOTM, es un marcador de indulgencia con un rotulado que indica que el nivel de sodio es bajo pero suficiente para el sabor, que es lo primordial en la elección de cualquier alimento. Se reduce el sodio con un componente natural que no tiene sabores amargos, como el cloruro de potasio, que es el reemplazante típico. SODA-LOTM es una excelente solución si queremos reducir el contenido de sodio de la dieta ya desde una edad temprana. Se trata de una alternativa natural que va a ser muy bien aceptada por las madres (sobre todo viendo el nivel de sal de los cereales, de las papas fritas, de los manís y de otros snacks que tanto le gustan a los chicos). En definitiva es una innovación ingeniosa que permite alimentar mejor a los ni?os para que sean adultos más sanos. 
 
 
?Qué sucede con las otras funciones tecnológicas de la sal en el alimento?
La cantidad de sal necesaria para los fines tecnológicos, como modificar la actividad de agua o el desarrollo del gluten, muchas veces es menor a la necesaria para saborizar. Reducir un 25 a 50% la sal permite mantener las propiedades funcionales. Se puede formular muy bien en un amplio rango de aplicaciones. Hablando de alimentos de aplicación superficial, como los snacks donde la sal se agrega por sabor y no por sus propiedades funcionales, se la puede reducir al nivel que permita mantener el sabor con la menor ingesta de sodio. En embutidos se puede aplicar bien en salchichas gruesas o en hamburguesas, es decir donde hay carne molida, no funciona cuando se trata de una emulsión o una salmuera de inyección, porque en esos casos el agua disuelve la microesfera y se pierde su funcionalidad. 
Este producto fue elegido como el ingrediente más innovador del a?o en Health Ingredient Europe durante 2012. La innovación abierta genera estas oportunidades, donde en muy poco tiempo obtenemos premios con innovaciones que los clientes quieren adoptar. 
 

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