17/03/2015 La Argentina se mantiene en el tercer puesto en superficie plantada
La situación de los cultivos transgénicos en 2014
El Servicio Internacional para la Adquisición de las Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA) publicó a fines de enero su informe anual sobre la evolución y las perspectivas de los cultivos transgénicos en el mundo. Estos cultivos muestran un crecimiento constante, en el año que pasó la superficie sembrada en todo el mundo aumentó en 6 millones de hectáreas, alcanzando el récord de 181.5 millones de hectáreas.
Con la suma de Bangladesh, son 28 los países que cultivaron transgénicos durante el año. Los 20 países de-sarrollados y los ocho países en vías de desarrollo donde se cultivan transgénicos representan más del 60% de la población mundial. Desde 1996 se han aprobado y comercializado más de diez cultivos transgénicos alimentarios y de fibra en todo el mundo. Estos cultivos comprenden desde los principales productos básicos como el maíz, la soja y el algodón, hasta frutas y verduras como la papaya, la berenjena y la calabaza.
Las características de estos cultivos resuelven problemas que atañen los beneficios para los consumidores y los niveles de producción para los agricultores. Incluyen tolerancia a la sequía, resistencia a insectos y a enfermedades, tolerancia a herbicidas y mayor nutrición y calidad de los alimentos. Los cultivos transgénicos contribuyen a crear sistemas más sostenibles y ofrecen respuestas que resisten los desafíos del cambio climático. Según el informe, EE.UU. continúa al frente de la producción con 73.1 millones de hectáreas (3 millones de hectáreas más que en 2013). Brasil se ubica segundo por sexto año consecutivo, con un aumento de la superficie cultivada de 1.9 millones de hectáreas desde 2013. La Argentina se mantiene en el tercer puesto con 24.3 millones de hectáreas.
El informe también destacó los principales beneficios de la biotecnología, por ejemplo, la disminución de la pobreza y del hambre al aumentar los ingresos de los pequeños agricultores de bajos recursos y renuentes a asumir riesgos en todo el mundo. Los últimos datos provisorios para el período 1996-2013 muestran que los cultivos transgénicos aumentaron la producción por un valor de US$ 133 mil millones. Entre 1996 y 2012 disminuyó significativamente el uso de pesticidas, lo que permitió ahorrar unos 500 millones de kg de ingrediente activo. Sólo en 2013, las plantaciones disminuyeron las emisiones de dióxido de carbono por una cantidad equivalente al retiro de circulación de 12.4 millones de automóviles durante un año. Las conclusiones coinciden con el riguroso metaanálisis realizado por los economistas alemanes Klumper y Qaim (2014), quienes determinaron que la tecnología de modificación genética, en promedio, ha reducido un 37% el uso de pesticidas químicos, ha aumentado un 22% el rendimiento de los cultivos y ha aumentado un 68% las ganancias de los agricultores desde 1995 hasta la actualidad.
Bangladesh aprobó el cultivo de berenjenas Bt en octubre de 2013. En enero de 2014 se inició la comercialización del cultivo y 120 pequeños agricultores sembraron berenjenas durante el año. Este caso confirma una vez más el valor y el éxito de las alianzas del sector público y el sector privado. Las características transgénicas de la berenjena Bt, uno de los vegetales más nutritivos e importantes en Bangladesh, fueron donadas por Mahyco, una empresa india.
Con respecto a las nuevas aprobaciones dirigidas a las preocupaciones de los consumidores, en noviembre de 2014 se aprobó en EE.UU. el cultivo de la papa Innate™. Esta papa disminuye la formación de acrilamida, un posible carcinógeno, cuando se cocina a altas temperaturas. Además, evita hasta un 40% de pérdidas en el rendimiento, dado que la papa no pierde el color al pelarla y tiene menos manchas por magulladuras. Estas propiedades afectan significativamente la seguridad alimentaria, ya que el problema de los despedicios es un factor importante en la discusión sobre la alimentación de 9.6 mil millones de personas en 2050 y aproximadamente 11 mil millones en 2100.
El control transgénico del tizón tardío, la enfermedad más importante de la papa en todo el mundo, ya se ha sometido a estudios de campo en Bangladesh, India e Indonesia. El control transgénico de enfermedades virales y del escarabajo de la papa, el principal parásito, ya está disponible pero no se ha lanzado aún. La papa es el cuarto alimento básico más importante del mundo. Por ese motivo, se realizan esfuerzos permanentes para mejorarla y para combatir las pérdidas provocadas por enfermedades, insectos y malezas, entre otras dificultades.
