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El eje del evento fueron los recientes estudios científicos que destacan el papel que la nutrición desempeña durante el embarazo y la niñez, así como su efecto en la salud en posteriores etapas de la vida, como la salud cardiovascular, el asma, la salud de los huesos y el desarrollo de obesidad. El primero de los disertantes fue el Dr. Esteban Carmuega, médico pediatra especialista en nutrición infantil y director científico de CESNI, quien brindó una visión clínica sobre los primeros 1000 días -desde el embarazo hasta el segundo cumpleaños del bebé- por ser el momento de crecimiento exponencial del niño, la formación de sus órganos y la mayor parte de su desarrollo genético. Según explicó Carmuega, el 47% de los niños menores de dos años sufren de malnutrición, aunque la fortificación obligatoria y optativa en la Argentina han logrado disminuir las enfermedades de tubo neural y la anemia. En ese contexto, analizó la importancia de la lactancia materna y la introducción oportuna de alimentos de buena calidad nutricional para una vida larga y sana, así como también destacó la necesidad de ingerir una cantidad adecuada de omega-3 DHA, vitaminas y minerales. El DHA es un ácido graso difícil de encontrar en los alimentos habituales y se halla básicamente en pescados grasos y de agua fría, pero se pueden utilizar suplementos prenatales para cubrir sus deficiencias en la nutrición. Otro nutriente esencial es el ácido araquidónico (ARA), el omega-6 más abundante en el cerebro y que se encuentra de forma natural en la leche materna, en combinación con el DHA. El ARA se considera un nutriente fundamental en la primera etapa vital, porque está relacionado con el desarrollo cognitivo, visual e inmune durante los primeros años del bebé.