Esta fruta seca en la ideal para dar un toque sano y original a todas nuestras preparaciones, ya que se puede conseguir en las más variadas presentaciones: enteras, en mitades, en trozos de diferentes tamaños, granuladas, en harina e incluso en pasta.
Mientras que las nueces, almendras y avellanas llegaron a nuestro país de la mano de los inmigrantes europeos, desde los años ´60 otra fruta seca comenzó a ganarse su propio lugar en el corazón de los argentinos. Ya sea por su singular sabor, sus ricas propiedades nutricionales, o la añoranza de las últimas vacaciones en Brasil, las castañas de cajú se transformaron en una de las principales frutas secas consumidas en nuestro país.
El árbol que las produce, el cajueiro (Anacardium occidentale), es originario de la región amazónica y del nordeste de Brasil. Es un árbol perenne que tiene una altura promedio de entre 7 y 12 metros. El fruto consta de dos partes, la pulpa y la castaña. La primera tiene un sabor agrio y es comúnmente utilizada en la industria dermatológica. La castaña, por su parte, se consume como un snack natural y también se usa en todo el mundo para panificación, repostería y heladería. Incluso en los últimos años se empezó a utilizar para la elaboración de leche de cajú, una alternativa sabrosa para los que consumen leches no lácteas.
Si bien en el pasado muchas dietas desaconsejaban el consumo de frutas secas por su alto contenido calórico, hoy son cada vez más recomendadas debido a una mejor comprensión de sus propiedades nutricionales. Además de ser una rica fuente de grasas “buenas” (monoinsaturadas y poliinsaturadas), las castañas de cajú tienen un alto contenido de calcio, potasio y vitaminas, y además aportan minerales tales como hierro, magnesio y fósforo.
Las castañas de cajú se pueden conseguir en las más variadas presentaciones: enteras, en mitades, en trozos de diferentes tamaños, granuladas, en harina e incluso en pasta.
Es una realidad que las castañas de cajú llegaron a nuestro país para quedarse. Son naturales, nutritivas, versátiles y, sobre todo, deliciosas. Y es por esto que cada día más panaderos, heladeros, reposteros y chocolateros eligen esta sabrosa y multifacética fruta seca para darle un toque distintivo a sus creaciones.
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