Políticas públicas para la gestión del riesgo en el sector lechero argentino
Autor: Galetto Alejandro, Gastaldi Laura, Lema Daniel
Luego de la crisis de los años 2000-2001, el sector lechero argentino experimentó una fuerte contracción en los volúmenes de leche producidos, que recién se revirtió a partir del año 2003 cuando comenzó una etapa de recuperación que se extendió hasta el año 2006.
Sin embargo, a partir de ese año, y hasta el año 2015, el crecimiento promedio de la producción fue de un magro 1,1% anual acumulativo. A partir del segundo semestre de 2015 se combinaron los efectos de una severa depresión de precios en el mercado internacional y de cambios en el marco de política macroeconómica y sectorial para generar un contexto complejo que renovó la discusión sectorial acerca de la necesidad de contar con instrumentos de política que faciliten del desarrollo de la cadena láctea nacional.
Obviamente, los distintos instrumentos que puede utilizar un país dependen de la visión política predominante respecto de la forma de intervención del estado en la economía, además de otras restricciones presupuestarias y de política comercial internacional. En el plano de la política interna, se percibe que el nuevo ciclo iniciado a fines de 2015, si bien no excluye la posibilidad de la intervención directa y coyuntural en los sectores, prioriza esquemas de políticas basados en reglas de aplicación general que promuevan la competitividad, frente a otras posibilidades de intervención directa para la fijación de precios o volúmenes en diferentes eslabones de la cadena.
Este enfoque de la política sectorial es el que han adoptado paulatinamente casi todos los países que compiten en el mercado lácteo global, particularmente a partir de la segunda mitad de la década del ’90. Así, cabe citar el caso de la Unión Europea, que redujo notablemente la utilización de subsidios de exportación y de precios sostén, reemplazándolos por ayudas directas a los productores. Más aún, el año pasado se eliminaron las cuotas de producción que habían sido introducidas en 1984. En Estados Unidos también se aprecia una paulatina reducción del uso de los instrumentos de intervención directa, tanto en el mercado interno como el de exportación. Y en otros países -como es el caso de Oceanía y de nuestros competidores en la región del Cono Sur- en general el sector lechero se ha desenvuelto en un marco de escasa o nula intervención estatal.
Frente a este cambio de paradigma de política sectorial, sumado a un notable aumento en la volatilidad de los precios de los commodities lácteos en el mercado global en los últimos años, se observa en el mundo lechero internacional una fuerte demanda por el desarrollo de instrumentos de gestión de riesgo orientados a facilitar el desarrollo competitivo de la cadena láctea (O´Connor, D., 2013; Andersson, J. y otros, 2014). La Argentina no está exenta de esta demanda sectorial, ya que por un lado estamos integrados al comercio internacional y sufrimos los efectos de la volatilidad de precios y, por el otro, no está prevista la utilización de mecanismos de intervención directa para la fijación de precios y cantidades en la cadena láctea.
En línea con lo expresado en el párrafo precedente, en este documento se presenta una propuesta de aplicación de dos instrumentos de gestión del riesgo, que son un seguro climático de tipo “índice” y una adaptación de lo que se conoce como “seguro de protección de márgenes”, una variante del llamado “margin protection program” que se ha implementado recientemente en Estados Unidos.