03/06/2015 Un sistema que revolucionó la forma de comprar y vender en todo el mundo
Se cumplieron 30 años de la presencia del código de barras en nuestro país
La irrupción de cadenas de supermercados nacionales y provinciales en la década del ´60 hizo que diez años más tarde se formara la primera Cámara Argentina de Supermercados, que se incorpora a EAN International en 1984. Así, se constituye la Asociación Civil Argentina de Codificación de Productos Comerciales “Código”, y poco después es asignado el prefijo 779 que identifica desde hace treinta años a nuestro país. El año 2005, EAN International se fusiona con el Uniform Code Council (UCC) de EE.UU., dando lugar a una nueva entidad global, llamada a partir de entonces GS1. GS1 pasó a ser un estándar global, con un nuevo nombre y un único lenguaje: el lenguaje mundial de los negocios. En el año 2006 GS1 Argentina designó nuevas autoridades en las áreas directivas y de gerencia: Rubén Calónico se incorporó como Gerente General y se constituyó la Gerencia Administrativa a cargo de Hernán Martínez. En 2009 Alejandro Rodríguez asumió la Presidencia, secundado por Martín Dewey en su carácter de Vicepresidente. Entrevistamos a Alejandro Rodríguez sobre la vigencia de este sistema y su evolución futura.
¿Cómo definiría estos 30 años de presencia del código de barras en nuestro país?
Los definiría como un período de desarrollo permanente, en el que fueron implementadas mejoras en eficiencia, en reducción de costos y en servicio de excelencia para el consumidor final. En estos años los estándares GS1 tuvieron –y aún tienen- un rol fundamental en la simplificación de un contexto de negocios cada vez más complejo y dinámico. La diversidad de nuevos productos y categorías, los diferentes surtidos, sabores, colores, etc., del presente y del futuro cercano se tornaría inmanejable por su complejidad sin esta tecnología.
¿Qué implicó el código de barras en la Argentina, tanto para el comercio como para la economía en general?
Son varias las ventajas que se lograron al implementar el uso del código de barras. Para comenzar, desde el punto de vista puramente práctico, permite acceder a información de bienes o artículos en forma inmediata, completa y sin errores, en un mundo en el que la diversidad de productos continúa aumentando en forma exponencial. Sólo basta imaginar a una cajera de un supermercado sin el soporte de simplificación que le brinda un sistema de códigos de barras. Ni hablar de lo que representa hacia adentro de la organización, como por ejemplo en la administración y la cadena de abastecimieto.
Otro alcance -tal vez más importante- es que el sistema de códigos de barras de GS1 es un sistema estándar mundial, que está difundido en más de 110 países, lo que resulta la clave del éxito de GS1 a través del tiempo: un solo código que puede ser leído en cualquier parte del planeta. Pensemos en cómo serían los envases si en lugar de tener un solo código de barras llevaran impresos cinco o diez códigos, para después tener además que adivinar cuál es el que se usa en ese país o negocio.
Por último, podemos agregar que la codificación estándar GS1 en sus diferentes versiones y formatos es utilizada a través de todas las cadenas de abastecimiento, generando mejoras en eficiencia, reducción de gastos y un servicio superior al consumidor final.
¿Cuántos productos identificados con este sistema hay en el país?
Lo mejor es atenerse a los datos reales que manejamos en GS1 Argentina: hay un total de 9.500 asociados al día de hoy y más de 4.5 millones de productos identificados con un código de barras estándar GS1. Los productos que siguen activos son pasados todos los días por las cajas registradoras de todo el país en todo momento. Sólo para mencionar algunas de las categorías de productos codificados podemos referirnos a alimentos y bebidas, cuidado de la salud, cuidado del hogar, belleza e higiene, construcción, indumentaria, indumentaria, electrodomésticos, entre otros.
¿Cuáles fueron los logros más importantes de la última década para GS1 Argentina?
La mejor forma de apreciarlos es desde el punto de vista de los distintos sectores que implementaron los estándares globales de GS1 Argentina. En primer lugar el sector retail, donde se puede reconocer en forma directa todo que mencionamos sobre las mejoras en eficiencia, costos y servicio al consumidor. El aporte clave de GS1 Argentina al sector se extiende a estudios de presencia o faltantes en góndola como es el Estudio FMG (Faltante de Mercadería en Góndola), a estudios de legibilidad de códigos, a programas de trazabilidad de productos y a seguridad alimentaria, entre otros.
En segundo lugar, en el sector salud, del que quiero destacar que nuestro país es el único en el mundo que ha implementado un Sistema de Trazabilidad de Medicamentos e Instrumental Médico. GS1 Argentina fue la entidad elegida por ANMAT para recomendar los códigos de identificación del sistema de trazabilidad vigente desde el año 2011, que está de-sarrollándose en forma altamente exitosa.
Desde la perspectiva del sector agropecuario, los códigos estándares GS1 son utilizados por el Sistema de Trazabilidad de Productos Agroquímicos y Productos Veterinarios, implementado por SENASA para identificar todas las unidades producidas, distribuidas y usadas por este importantísimo sector de nuestro país.
GS1 Argentina está bien posicionada dentro de la región…
Desde el punto de vista formal, GS1 Argentina está claramente posicionada como una de las cuatro organizaciones miembro más importantes de la región latinoamericana y es, además, miembro del “Management Board” de GS1 Global. A su vez, desde punto de vista del grado de adopción y desarrollo, GS1 Argentina se destaca por la difusión del uso de diversos códigos de identificación, por el uso intensivo del sistema de Intercambio Electrónico de Documentos (EDI) y por una eficiente alineación de bases de datos a través del Catálogo Electrónico, además de la implementación de diversos sistemas de trazabilidad de productos de diferentes categorías.
¿Cómo debe enfrentarse un futuro que se perfila pleno de tecnología?
Los estándares GS1 han venido acompañando el extraordinario avance de la tecnología a través del tiempo. Siempre han tenido vigencia y siguen jugando un rol clave en todos los cambios que se implementan para el logro de mejoras en eficiencia operativa, en reducción de costos y en servicio de excelencia al consumidor final. En tal sentido, en una búsqueda permanente de anticipo e innovación, los estándares GS1 han ido evolucionando desde el clásico código de barras hasta los códigos bidimensionales y tridimensionales, hasta los códigos de radiofrecuencia (EPC) y, actualmente, hasta nuevas generaciones de códigos de identificación que ya se están explorando.
¿Cuál es el futuro del código? ¿Será reemplazado en un corto plazo por el QR, el RFID o algún otro sistema?
Es difícil pronosticar las innovaciones que con seguridad va a traer la tecnología en un futuro, pero en el portafolio de códigos de identificación GS1 ya está probada y disponible una variedad de códigos con mayor contenido de información que el clásico GTIN 13 que todos conocemos. Por ejemplo, el código GS1 Datamatrix, el GS1 Databar o el GS1 128 que permite codificar más de 140 atributos, esa información incluye: lotes de producción, fecha de vencimiento y número de serie, etc., y los códigos que la contienen cuentan con diferentes formas de lectura: lineales o en barras, bidimensionales o por radiofrecuencia, un sistema de alta eficiencia, velocidad y visibilidad a través de toda la cadena de valor. Toda esta cartera de herramientas ya está disponible para dar el soporte necesario a las iniciativas de avanzada en trazabilidad y sustentabilidad que hoy están en etapa de desarrollo o implementación alrededor del mundo, pero en lo que hace a formas de identificación ya están listas para ser usadas.
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