La Universidad de Parma y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires son los organizadores del Master Internacional en Tecnología de los Alimentos (MITA), cuya VI edición se iniciará este año. Más de 200 profesionales ya han egresado de este posgrado, entre ellos ejecutivos de las principales industrias de los alimentos de Sudamérica, que han encontrado en el MITA una oportunidad de progreso profesional y personal. Dialogamos con la Ing. Adela Fraschina, Directora de Relaciones Institucionales, sobre los orígenes, características y objetivos de esta importante iniciativa académica.
¿Cómo se inició este posgrado?
Hacia noviembre de 2005 –siendo yo Vicedecana de la FAUBA- se acercó el Lic. Alessandro Piovesana con una propuesta de la Università degli Studi di Parma para implementar el Master Internacional en Tecnología de los Alimentos, que la Universidad italiana había diseñado ex-profeso para la capacitación profesional y para llevar adelante una transferencia de conocimientos de Italia al exterior. Se trataba de un proyecto aprobado por el Ministerio de Educación de Italia. En esas condiciones, el Decano Dr. Rodolfo Golluscio me solicitó que me encargue del tema, ya que yo era la Directora de la Licenciatura en Gestión de Agroalimentos, carrera de grado que se desarrolla en nuestra Facultad. Como en ese momento no había muchos antecedentes de este tipo de proyectos tuvimos que recorrer un largo camino y recién en 2008 pusimos en marcha la primera edición.
¿Qué respuesta obtuvieron?
Por suerte hemos tenido una buena aceptación, con una matrícula muy interesante que fue creciendo a lo largo de los años. En estos momentos estamos desarrollando la quinta edición y en mayo comenzará la sexta. El saldo es muy positivo en diversos aspectos. La difusión de las características del MITA se fue generando muchas veces en forma personal y los jefes de área de las industrias de alimentos indujeron a sus asistentes a tomarlo, muchas veces con el apoyo económico de la empresa en la cual se desenvuelven. Es decir, vieron una utilidad directa para la empresa en cuanto a la capacitación que reciben los asistentes. Un aspecto interesante es que tenemos una población muy diversa, con estudiantes de distintas provincias y de países del exterior. Tenemos egresados de Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador y Venezuela. Tenemos una excelente relación con los egresados, que se ha formalizado en noviembre de 2013 con la creación de una Asociación de Alumnos y Egresados del MITA (que denominamos MAG). Vemos que después de haber obtenido el título del Posgrado, los egresados han escalado posiciones dentro de la empresa o han cambiado de empresa en condiciones muy ventajosas.
¿Cómo es el perfil de los egresados?
Hay un perfil eminentemente técnico. En general son Ingenieros en Alimentos, Licenciados en Ciencia y Tecnología de Alimentos y Licenciados en Gestión de Agroalimentos. También hay muchos Licenciados en Nutrición, que necesitan para su desempeño profesional sumar conocimientos sobre procedimientos industriales y tener un vocabulario común con otros profesionales de la empresa. Hoy muchas industrias de alimentos toman nutricionistas en el área de desarrollo de productos, y este master complementa su capacitación de grado y le permite un mejor desempeño profesional.
También la oferta de conocimientos está relacionada con el desempeño industrial…
El diseño curricular está dirigido expresamente a la capacitación profesional industrial, no es la adecuación de un diseño académico de grado, que en general está dirigido a otros aspectos, como la investigación. El MITA no es el desprendimiento de un proyecto académico, es un proyecto de capacitación profesional por sí mismo. El cuerpo docente está conformado esencialmente por profesores de la Universidad de Parma y de la Facultad de Buenos Aires –en particular de la Facultad de Agronomía-, por investigadores del Conicet y por profesionales que tienen importantes puestos gerenciales o directivos en empresas de la alimentación. Eso le da al MITA un dinamismo y un contacto con la realidad muy apreciados. Por supuesto, todos los profesores tienen también una gran excelencia académica y rigurosidad universitaria.
¿El master va evolucionando en las sucesivas ediciones?
Tenemos como una meta la adecuación y la innovación permanente. En eso nos es muy útil la vinculación con la Universidad de Parma. Por ejemplo, sus profesores tienen muy estrecha relación con la EFSA, una institución de referencia internacional en cuanto a la reglamentación sobre alimentos, lo que nos da una ventana de actualización permanente, que es justamente uno de los objetivos de los posgrados.
¿Cómo es la carga horaria del master?
Se cursa cada 21 días, los viernes de 9:00 a 18:00 y sábados de 9:00 a 16:00. Esto permite la participación de mucha gente del interior, que viene desde puntos muy lejanos. Por otro lado, si alguien no dispone del tiempo para el año y medio del curso y los seis meses de la tesis, o si a la empresa no le interesa que el profesional haga todo el curso pero sí que se capacite en un tema específico, hay módulos independientes para los distintos temas. En esos casos la Facultad da un certificado de curso universitario. También tenemos certificados de cursos para casos de excepción, como es el caso de personas con amplia experiencia industrial pero que no tienen un título de grado.
Es importante aclarar que somos muy firmes en requerir que los cursantes concluyan el master con su defensa de tesis. Es bastante común que en un posgrado el mayor esfuerzo se ponga en los cursos y exámenes y que se postergue la tesis final… que en muchos casos queda sin terminar y el cursante sin el título. Hay un seguimiento nuestro para que eso no suceda. Los egresados reciben el título de Master Internacional en Tecnología de Alimentos, de la Universidad de Parma, que tiene una habilitación internacional a través de una apostilla de La Haya. Y también reciben el título de Posgrado en Alta Dirección en Tecnología de los Alimentos, de la FAUBA.
La relación con la UniParma es muy cercana…
Es muy estrecha. En 2013 nos vino a visitar su Rector con una comisión de profesores, y el Coordinador General del Master es el Profesor Bonazzi, una persona de referencia en el área económica de la Universidad y directamente vinculado con el área de alimentos. Puedo decir que realmente hemos encontrado una gran generosidad en la Universidad de Parma, que hace un gran esfuerzo económico. Sus profesores vienen dos veces al año y no se les paga ninguna retribución más allá de los viáticos. También debo decir que los italianos están muy contentos porque el proyecto funciona muy bien. Están muy agradecidos con las autoridades de la FAUBA que les han brindado desde el principio toda la confianza. En la coordinación del Master encontramos profundas coincidencias en todo lo relativo al quehacer universitario, la calidad, la exigencia y los aspectos institucionales. Es una alegría, porque el trabajo se hace mucho más fácil.
Hay beneficios ciertos para nuestro país…
Creo que estamos respondiendo a una necesidad de nuestro país de mejorar la calidad de nuestros productos para que sean más competitivos y aptos para los mercados más exigentes. En la medida que logremos eso, estamos contribuyendo a mejorar la salud nutricional de la población, porque no creemos en los dobles estándares. Por otro lado, al ayudar a la capacitación de los profesionales de la industria, estamos aportando a una dimensión económico-financiera de las empresas: cuanto mejor sean los productos, más mercados podrán alcanzar y más ganacias podrán generar.
También hay un aspecto de relaciones humanas muy importante…
Siempre tenemos una actitud personalizada, la selección de los aspirantes es a través de una entrevista individual. Vemos que el grupo humano que se conforma es excelente, que los contactos se perpetúan y se transforman en relaciones profesionales que mejoran las actividades de todos. Realmente el clima es muy bueno, incluso con los profesores, que trabajan con gran generosidad. Esta es la opinión de todos los que han pasado por el MITA y para nosotros es muy gratificante.
¿Tienen apoyo de las empresas privadas para el desarrollo del master?
La relación entre universidad e industria implica un arduo trabajo de ambas partes. En nuestro caso, la propuesta fundamental es contribuir al desarrollo de las pymes. Por eso mismo hemos impulsado ante las autoridades la creación del Parque Científico y Tecnológico (PCyT) de la Facultad. Las empresas grandes en general tiene su ámbito propio de investigación, pero a las pymes se les hace difícil encontrar ese camino de innovación y generación de tecnología, e incluso de mercados. Al conocer nuestro trabajo, se han acercado diferentes empresas con las que hemos establecido un diálogo fluido. El ejemplo más directo es que gracias a la contribución de una empresa privada se está terminando de adecuar un aula de la facultad para transformarla en un moderno auditorio, con excelentes comodidades y un sistema audiovisual de primer nivel. Esa empresa ha tomado la decisión de que sea una universidad pública el ámbito de su gestión, y hacemos seminarios en forma conjunta, actividades de difusión, etc. Es una buena manera de demostrar una asociación concreta.
¿Cómo está implementado el PCyT?
El Parque surge luego de la experiencia del MITA y se organizó con el Area Science Park Trieste, cuyos responsables se ofrecieron a brindarnos la capacitación necesaria para generarlo. El PCyT se basa en la estructura que tiene la Facultad y diversas asociaciones e institutos de la misma. En la FAUBA hay docentes investigadores de excelencia, con formación superior de posgrado. Nosotros en el PCyT somos el puente entre la empresa privada y el investigador, ya que tienen un lenguaje diferente y para entenderse necesitan de un tiempo que ninguno de los dos tiene. Somos el nexo y establecemos la forma facilitadora para que haya un entendimiento y una concresión. Tenemos varios ejemplos. Se está trabajando muy directamente en la aprobación del consumidor vía análisis sensorial. Lo hacemos como servicio –cuando son necesidades específicas- o a través de convenios cuando hay continuidad. En este sentido la FAUBA está muy bien organizada, porque todos los aspectos contables se centralizan en el ámbito administrativo de la Facultad, así que no le quita tiempo al investigador y le acerca propuestas de interés para resolución de problemas. Tenemos una página web donde se detallan todos los servicios y las actividades de transferencia tecnológica del PCyT, pero también somos lo suficientemente proactivos para conciliar actividades y problemáticas que no estén descritas allí y así ubicar dónde y cómo se pueden resolver. En el Parque también nos dedicamos fuertemente a la capacitación y hacemos cursos tanto generales como “in company”. La forma de acercamiento es a través de la web pero también contamos con un amplio banco de datos donde difundimos nuestras actividades.
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