14/02/2016

Alcances de FSMA-FDA en el sector exportador de alimentos: un nuevo reto

Los exportadores de alimentos de nuestros países latinoamericanos tienen un nuevo reto que superar. Desde enero del 2011 cuando el presidente Obama firmó la Ley de Modernización de la Inocuidad de Alimentos (FSMA por sus siglas en inglés) se informó a los productores de alimentos sobre las nuevas normas que se aplicarían a todos los productos comercializados en los Estados Unidos, fueran éstos producidos localmente o importados.

 La FSMA procura asegurar la inocuidad de todos los alimentos que se comercializan en los Estados Unidos y con ello reducir la incidencia de las enfermedades transmitidas por alimentos. Las normas correspondientes a FSMA fueron publicadas recientemente y serán efectivas en su mayoría dentro de uno o dos años, tiempo suficiente para que el sector productor se prepare para cumplir con los diferentes requisitos.

 

De acuerdo con CEPAL (Boletín Estadístico 2015) el 44.2% de las exportaciones de América Latina y el Caribe tienen su destino los Estados Unidos, siendo los envíos de productos agrícolas y agropecuarios el rubro que presentó un crecimiento del 4.3% en el último año. Según la oficina comercial de USDA, de los 15 principales países suplidores de productos agrícolas importados, seis son latinoamericanos (México, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala y Costa Rica). Es claro entonces que los principales productos de exportación del sector agrícola, pecuario, pesquero y alimentario tienen su destino en el mercado norteamericano y están regidos por la FDA, la agencia regulatoria estadounidense responsable de velar para que los alimentos para humanos y animales que se presentan al comercio en su territorio cumplan con las regulaciones establecidas en procura de asegurar su inocuidad. Es precisamente la FDA la encargada de implementar y velar por el cumplimiento de las nuevas regulaciones de FSMA.
 
Si bien nuestro sector exportador en general conoce las regulaciones y mantiene los altos estándares de calidad que exigen los mercados, deberá asegurar cumplir con los nuevos requisitos de FSMA. Aún ahora, los rechazos por no cumplimiento con las regulaciones actuales son frecuentes e impactan al empresario al paralizar la comercialización de sus productos hasta que la empresa corrija las causas del rechazo. En la página Web de la FDA se publica la diversidad de productos rechazados de importación y las alertas generadas.
 
Para alimentos provenientes de América Latina y el Caribe, en general los rechazos se deben principalmente a problemas de etiquetado, suciedad, uso de colorantes no permitidos, falta de cumplimiento con el sistema de HACCP, la normativa sobre alimentos enlatados o de baja acidez (LACF) para casos obligatorios, contaminación microbiana especialmente Salmonella, presencia de micotoxinas y presencia de plaguicidas no permitidos o en valores superiores al límite establecido, entre muchos otros.
 
Para el sector exportador de productos frescos destinados a consumirse crudos, tales como la gran variedad de frutas y vegetales frescas (banano, piña, melón, uvas, manzanas, culantro, tomates, pimientos, etc.) se aplicará la nueva normativa de FSMA “Produce Safety Standards”. Esta regulación establece por primera vez estándares mínimos basados en ciencia para el cultivo, cosecha, empacado y almacenamiento s
eguro de frutas y vegetales frescos para consumo humano. Si bien muchos exportadores cuentan con certificaciones privadas de carácter voluntario sobre Buenas Prácticas Agrícolas, cabe recordar que esta es una normativa nacional de cumplimiento obligatorio para todo exportador a los Estados Unidos. Es importante reconocer que las certificaciones privadas constituyen una base sólida para acceder al mercado americano y cumplir con FSMA.
 
Las normas de FSMA sobre Controles Preventivos de los Alimentos para Consumo Humano y para Alimento Animal ya son definitivas y las fechas de cumplimiento para algunas empresas comienzan en setiembre del 2016. Al igual que en la producción agrícola, las certificaciones privadas sobre Buenas Prácticas de Manufactura y HACCP podrán ser una base para cumplir con FSMA. El requisito fundamental de esta norma exige a las industrias de alimentos establecer e implementar un sistema de inocuidad de alimentos que incluya un análisis de peligros y controles preventivos basado en riesgo. Incluye también la obligatoriedad de tener en vigencia un programa de cadena de suministro o trazabilidad de suplidores. Esta normativa actualiza y aclara algunos conceptos de las Buenas Prácticas de Manufactura vigentes referente a la capacitación y educación de los trabajadores y el control cruzado con alérgenos.
 
Con la FSMA se abre también una buena oportunidad a los importadores que tienen un largo y exitoso historial de cumplimiento con la FDA. El Programa Voluntario de Importador Calificado “VQIP” 
permite la revisión y entrada expedita de alimentos ofrecida para importación por importadores que voluntariamente acuerden a participar. El programa instala también un proceso para la emisión de certificaciones de las empresas que acompañe al alimento ofrecido para importación. Es de esperar que importadores registrados formalmente en los Estados Unidos se inscriban en este programa y soliciten a nuestros exportadores las certificaciones correspondientes para asegurar la elegibilidad en el programa. La FDA por primera vez está dispuesta a aceptar auditorías y certificaciones de terceras partes acreditadas. El proceso de acreditación va en avance y se implementará una vez se publique la Guía con los Estándares del Modelo de Acreditación.
 
Cumplir con los nuevos requisitos de FSMA representa un gran reto, especialmente para las pequeñas empresas exportadoras. Correspondiendo al perfil del sector productivo regional, un alto porcentaje de las empresas exportadoras son microempresas, es decir aquellas con menos de 15 empleados. 
 
Es necesario por lo tanto hacer un esfuerzo conjunto del sector privado y público para apoyar estas empresas en los cambios que las normativas requieren, tanto en aspectos de gestión de la inocuidad de alimentos como de inversión en mejoras de equipos, infraestructura e innovaciones tecnológicas.

 
La región de Latinoamérica y el Caribe debe mantener y mejorar su competitividad en los mercados globales. No se puede descuidar a este sector exportador que es fuente de empleo para miles de trabajadores de todas las regiones y genera un encadenamiento productivo dinámico que lleva bienestar a nuestras poblaciones. El reto es ahora. Como bien dijo Goethe: “La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno”.
 

 

M.Sc. Gisela Kopper
Autor: M.Sc. Gisela Kopper
Gisela Kopper, M.Sc. Consultora internacional. Directora Líder del programa FDA-LSQA

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